El Poder Sanador del Te

Originaria de Oriente, se trata de la bebida más consumida en el mundo tras el agua.

El acto de prepararlo y tomarlo supone en sí todo un ritual de enormes beneficios físicos y hasta espirituales.

Cuenta la leyenda que hace más de 4.000 años el emperador chino Shen Xung estaba descansando a la sombra de un árbol de té silvestre cuando una brisa agitó sus ramas y sus hojas fueron a caer en el agua que estaba hirviendo. De este modo nació una bebida tan beneficiosa como el té, de hecho la más consumida del mundo tras el agua por sus beneficios reconstituyentes. 

Y es que beber té forma parte de las costumbres ancestrales de los países más poblados del mundo y de aquellos con una tradición espiritual más arraigada (en muchos lugares la preparación del té tiene un gran componente religioso). 

No es solo una bebida sino una auténtica tradición ligada a una actitud física y espirituaL Sus beneficios físicos son innumerables: acelera el metabolismo, aporta energía, reduce el apetito y hasta ayuda a perder peso; pero, también, nos puede ayudar a fortalecer el alma, a calmar la cabeza, serenar los pensamientos y encontrar el Tao (camino) de la felicidad. 

Se puede decir que en tomo al té gira una auténtica filosofIa de vida.

Propiedades

Los buenos efectos para la salud del té provienen de la combinación de sus tres elementos básicos:

• Cafeína. Al ser una sustancia estimulante ayuda a perder peso, de hecho acelera el proceso de termogénesis o generación de calor en el cuerpo (clave en la pérdida de peso). Es cierto, también, que tiene efectos secundarios pues eleva los niveles de insulina y los de azúcar en la sangre, pero el contenido de cafeína es mucho menor que el de una taza de café, por ejemplo.
• L-teanina. Se trata de un aminoácido que contrarresta los posibles malos efectos de la cafeína. Es decir, permite que ésta estimule nuestro cerebro pero sin las palpitaciones ni excitación excesiva de otras bebidas con cafeína. Además, influye en la dopamina y los niveles de serotonina del cuerpo, que nos proporcionan sensación de saciedad y también de placer y bienestar contrarrestando la ansiedad, el estrés y la tensión.
• Galato de epigalocatequina (EGCG). Lo llaman el antioxidante milagroso porque reduce el daño por oxidación que sufren las células del cuerpo. Según algunos estudios, su poder antioxidante es casi 100 veces mayor que el de la vitamina C. Además, estimula el metabolismo (literalmente ayuda a quemar grasa), reduce los niveles de triglicéridos en la sangre y evita la acumulación de ácidos grasos

En resumen, el té es un potente estimulante cerebral por su contenido en cafeína y, además, es muy sano por los taninos catéquicos y los derivados polifenólicos como los flavonoides, que según estudios recientes previenen la aparición de la diabetes, las cataratas y hasta el sobrepeso y, además, protege de infecciones y de enfermedades autoinmunes. 

Y por si fuera poco, además, el té contiene flúor, que protege los dientes contra las caries.

Variedades

Es importante saber que todos los tés tienen su origen en la misma planta (Camellia sinensis) y que las distintas variedades provienen del tratamiento posterior que se hace de la hoja (tiempo de fermentación, oxidación, etc.).

• Te Verde: Ya en la Antigüedad este té era muy estimado por sus propiedades rejuvenecedoras y energizantes. Sus hojas sufren una oxidación mínima y contiene niveles más altos de polifenoles o antioxidantes de origen vegetal. Es un té muy diurético, por lo que se aconseja en los casos de retención de líquidos.
• Te Rojo o 'pu-erh': Es en realidad un té verde que adquiere sus características después de un proceso de maduración y oxidación. Sus grandes hojas son comprimidas y se almacenan en barricas durante años (hasta 50 o 60). Este té ayuda a quemar grasas, regula el colesterol, facilita la digestión, desintoxica y depura.
• Te Negro: Es el más clásico y rico en cafeína. Se ha demostrado que junto al oolong es el té más eficaz a la hora de prevenir enfermedades de tipo cardiaco y relacionadas con la hipertensión. Protege el corazón porque ayuda a disminuir la presión sanguínea.
• Te Blanco: Es un té de lujo por sus cualidades excepcionales. Es el menos procesado que existe (sus hojas no pasan por el proceso de oxidación) y se caracteriza por su sabor natural, muy suave, por ser más dulce que los otros, por tener menos concentración de cafeína y por su gran cantidad de antioxidantes. Su producción está restringida a una zona de China y no llegó a Occidente hasta los años 90.

La Salud a traves de un Bebida Milenaria

Algunos autores, como Mark Ukra más conocido como Doctor Té, es experto en la historia del té y uno de los mayores promotores del movimiento a favor del consumo de esta bebida (no en vano su familia lleva más de 200 años en este mundo del té). Ukra sostiene en su libro "La dieta del té" que esta bebida acelera el metabolismo, reduce el apetito y ayuda a estabilizar los niveles de azúcar en la sangre, por tanto, ayuda a perder peso con cada taza y de este modo nos ayuda a recuperar la salud física y también la mental, porque nos encontramos mejor con nosotros mismos. 

La diferencia se notará hasta el punto de mejorar la piel y el cabello y como, además, nos aportará energía, nos sentiremos con más ganas de hacer ejercicio, lo que también es fuente de salud. Para Ukra "los beneficios saludables del té proporcionan el estímulo necesario sin los efectos secundarios de las bebidas con alto contenido en cafeína".

• Ayuda a perder peso. Es importante saber que cualquier té (blanco, verde, oolong o negro) ayuda a perder peso y que se puede empezar la dieta del té ahora mismo. Basta elegir el tipo que más nos guste y beberlo (frío o caliente) durante todo el día: mañana, tarde y noche, durante y después de las comidas. Esa es la clave, beberlo durante todo el día, pues de este modo hacemos que el metabolismo (en el que influye el consumo de té) no pare de trabajar. Una cantidad media adecuada de consumo de té podría ser unas ocho tazas al día.
• ¿Es verdad que es anticancerígeno? En los últimos estudios realizados son muchos los resultados que relacionan el consumo de té con la prevención del cáncer. Esta bebida puede inhibir la aparición de tumores y hasta retardar el crecimiento de los que ya se hayan formado. Se sabe que el EGCG del té ayuda a detener la producción de células cancerosas, pues ayuda al organismo a producir apoptosis: un proceso celular que causa la muerte de la células malas sin afectar a las sanas. Incluso algunos estudios han demostrado los beneficios del esta bebida en el tratamiento exterior del cáncer de piel. Es decir, aplicado externamente reactiva las células de la piel reduciendo cualquier proceso inflamatorio, alérgico, heridas, psoriasis, etc.

Fuente: Apuntes de Vera www.tarotdelazarina.es

19/04/2011 - Tarot de la Zarina